¿Por qué plantamos?
En Córdoba se encuentra una de las mayores cuencas hídricas del país, origen de los principales ríos de la provincia. Casi el 80% del agua de Córdoba nace en la cuenca hídrica de las Sierras Grandes. La existencia y salud de esta cuenca, depende directamente de los bosques de altura. Son ellos los que le permiten a la montaña, convertirse en un gran reservorio de agua.
En los últimos 300 años los seres humanos hemos arrasado con los bosques nativos de altura, producto de la ganadería intensiva, la tala indiscriminada y los incendios intencionales, reduciendo su población a menos de un 3%.
El árbol nativo que crece a esas alturas es el Tabaquillo (Polylepis Australis).Sus bosques se forman entre las nubes. Generan un microclima húmedo, lleno de vida y biodiversidad, hogar de cientos de especies endémicas vegetales y animales.Generan un suelo profundo y fértil que funciona como una esponja capaz de absorber el agua de las lluvias.Son grandes secuestradores de carbono de la atmósfera.Tienen a su vez la capacidad de captar la humedad del aire y de las nubes con su follaje e introducirla en forma de agua al suelo por proceso de condensación.
El tabaquillo tiene raíces profundas de hasta 30 metros, a través de las cuales el agua se infiltra en el corazón de la montaña. Sin estos bosques, la montaña pierde la capacidad de captar, retener y acopiar el agua, generando erosión y pérdida de suelo, crecidas e inundaciones desmedidas en verano, y sequías cada vez más intensas en invierno.
De aquí nace nuestro propósito:
¡Volver a cubrir las montañas de Bosques!
Es decir, más bosque, más agua, más vida.
Impacto hídrico
Una de las razones por las cuales reforestamos los bosques de altura es para restaurar y regenerar la cuenca hídrica de Pampa de Achala.
Según estudios realizados, una hectárea de bosque maduro de Polylepis Australis en las Sierras Grandes de Córdoba capta aproximadamente 1.6 millones de litros de agua anualmente.
Por otra parte otro estudio realizado por el biólogo Daniel Reninson demuestra que, en 5 años de medición, sobre un área reforestada en la naciente de un arroyo, en comparación con otra área de similares características sin reforestar, hubo un aumento en el caudal del arroyo del 30%.
Estamos hablando de millones de litros de agua dulce pura, agua que usamos para consumo humano, en el sector productivo, (agricultura, ganadería, industria, energía), agua que conforma los principales ríos y embalses de Córdoba.
Impacto en el suelo y captura de carbono
Otro factor clave de la restauración es el suelo.
Existe un alto grado de erosión y degradación de los suelos en toda la región de las Sierras Grandes.
Debido a la carga ganadera y los incendios, el suelo queda desprotegido, sin cobertura vegetal, expuesto al sol, el viento y el agua.
De esta manera el suelo pierde humedad, estructura, sufre un incremento de temperatura, resultando en la desertificación y erosión de los mismos, perdiendo la capacidad de retener agua, y generando grandes cantidades de emisiones de carbono a la atmósfera.
Se puede ver en las imágenes satelitales como cada año va incrementando la superficie de piedra en las sierras debido a la pérdida de suelo.
Se estima que un bosque de Tabaquillos maduro tiene una capacidad de captación de carbono de 32 a 48 toneladas por hectárea. Esa es la cantidad capturada por la biomasa en 25 años de maduración.
Esto nos indica una tasa de secuestro de carbono aproximada de 0.8 toneladas de carbono por hectárea por año, a partir del 7mo año luego de la plantación.
Impacto Humano
Bosques de Agua es una fuente importante de empleo tanto para pobladores de las Sierras Grandes como para habitantes de la zona de Umepay, en las Sierras de Calamuchita. Somos un equipo de 25 personas trabajando por y para la restauración.
Creemos que reforestar el bosque nativo va acompañado de un profundo proceso interior.
Vivimos el trabajo interior y la felicidad como prósperos caminos para la reforestación del bosque nativo.
Estamos restaurando las Sierras, mientras nos restauramos nosotros como humanos. Utilizamos este proyecto para vivirlo.
Nos vinculamos con la naturaleza, buscamos aprender de ella, exploramos nuevas y desconocidas formas de trabajar y de aprender en el proceso. Profundizamos en la búsqueda de coherencia y de verdad.
A su vez, formamos una comunidad de unas 55 mil personas (en crecimiento), expandiendo un mensaje en pos de la ecología y la consciencia humana.